El turismo tal y como lo hemos entendido hasta ahora ha perdido el sentido, para optar por otro mucho más sensorial. El turismo basado en experiencias, o más conocido como turismo experiencial, tiene por objetivo despertar todo tipo de emociones en la persona que lo practica.
“Una experiencia es una vivencia que nos aleja de lo cotidiano para transformarse en memorable” (Walter Benjamin)
El nacimiento de esta nueva forma de viajar surge a raíz de nuestros propios deseos como turistas. Exigimos más, ya no basta con visitar una ciudad, queremos vivir como allí viven, conocer más y de una forma diferente la cultura y costumbres del lugar de destino. Sentimos cada vez más la necesidad de optimizar al máximo la vivencia de un viaje.
Hemos pasado de consumir un producto común y prefabricado a un producto personalizado y único. Las nuevas tecnologías han sido una de las principales conductoras de esta transición. Por un lado, la globalización y la información en un click han despertado en nosotros el deseo por conocer lugares que no sabíamos ni de su existencia. Por otro lado, este mismo avance tecnológico es el que, en muchas ocasiones, contribuye a la diferenciación en la manera de hacer turismo, como veremos a continuación en el caso de Past View.
Cabe destacar que, podríamos resumir en dos las herramientas para obtener este tipo de turismo; el recurso estratégico que nos proporcione esa vivencia original del destino, y el espacio donde desarrollarse.
Past View trabaja a diario para ofrecer este tipo de turismo que a todos nos encanta. Aporta ese recurso creativo que marca la diferencia, la posibilidad de visionar y vivir la ciudad desde una perspectiva pasada gracias a la realidad virtual. Y, además, cuenta con un escenario ideal para desarrollar la experiencia, Sevilla o Barcelona son algunas de las ciudades en las que podemos vivir esta experiencia.
Otra de las claves que hace de este tipo de turismo el más atractivo, es la sorpresa que provoca. Pueden contártelo, pero aún así, una buena experiencia te sorprenderá al disfrutarla en primera persona, no sólo por lo que veas sino por todo lo que sientas al vivirla.
En definitiva, el turismo experiencial es el queda en tu memoria, con el que repites y el que recomiendas. No es sólo lo que te hace sentir mientras lo vives, es la necesidad de compartirlo a posteriori con los que te rodean.